12 octubre, 2009

Las Médulas 2009

Ayer mismo regresamos de nuestra excursión a Las Médulas. El sábado salíamos desde Anciles Fon, Jorge, Miki, Samuel y Álvaro con Emilio y Charly; junto con nuestros amigos de Peñavera: Pablo, Marco y José con Chema, Agustín y Nacho como monitores. Como no teníamos prisa decidimos hacer turismo y desde Astorga tomamos el viejo camino de Santiago. Durante todo el recorrido vimos una enorme cantidad de peregrinos.

Nuestra primera parada fue en Castrillo de los Polvazares. Un pueblo de casas y calles de piedra precioso, famoso también por su cocido maragato. También estaba lleno de gente. Nos llamó especialmente la atención un hombre que tocaba la guitarra improvisando la letra y sin parar de moverse.

Nuestra siguiente parada la dedicamos a comer en la Cruz de Ferro, el punto más alto del camino de Santiago. Además allí localizamos un tesoro de geocaching. Como eso de buscar tesoros resultó muy divertido también paramos en Ponferrada para buscar otro tesoro más. Además tuvimos ocasión de conocer la calle del reloj y el castillo de los templarios. Después de algunas peripecias logramos encontrar el tesoro.

A media tarde llegamos a Las Médulas. Decidimos plantar las tiendas antes de anochecer. Esto siempre tiene su emoción, pero cuando el sol se puso ya teníamos montadas nuestras cuatro tiendas cerca del lago Somido. A continuación empezó una nueva aventura: conocer el pueblo abandonado de La Balouta al anochecer. Allí pudimos ver casas derruidas y el brillo de los ojos de las cabras en la noche. También hubo un momento de emoción cuando, de repente, todos los monitores desaparecieron. Esta vez los chicos se organizaron y salieron airosos de los breves instantes de soledad. Ya de noche llegamos hasta nuestro lugar de acampada y cenamos.

Cuando ya era noche cerrada nos acercamos hasta el paraje de Las Médulas. Caminando entre los castaños centenarios nos acercamos al lugar más característico: la Cuevona. A continuación visitamos la cueva Encantada. Los chicos disfrutaron explorando a fondo las cuevas y túneles con sus linternas. Ya era medianoche cuando regresamos a nuestras tiendas a descansar.

Amaneció cubierto de niebla. Entre los jirones se divisaban los montículos de Las Médulas. Un magnífico espectáculo. Desayunamos y recogimos las tiendas, pues teníamos que llegar al pueblo de Carucedo para asistir a la Misa. A eso de las doce regresamos al paraje de Las Médulas que contemplábamos por primera vez de día.

Mientras esperábamos a los padres de Álvaro decidimos subir caminando hasta el mirador de las perdices. La subida resultó un poco larga y cansada. Además el camino no estaba nada claro y finalmente llegamos al punto más alto de Las Médulas con una impresionante vista. Desde allí bajamos hasta el mirador de Orellán donde encontramos a los padres de Álvaro y su hermana.

Contemplamos la magnífica vista, nos hicimos unas fotos y bajamos de nuevo hasta el pueblo. Allí comimos todos juntos en una terraza con unas mesas de pizarra estupendas.

Después de tomar el café fuimos de nuevo a visitar la Cuevona y la Encantada esta vez con la familia de Álvaro y además de día. Fotos, carreras, exploraciones, todo tiene su emoción. A eso de las cinco de la tarde subimos a los coches y emprendimos el regreso a casa, bastante cansados de tanto caminar, pero contentos de haber visitado tantos sitios nuevos y de estar con los amigos.

En flickr tenéis las mejores fotos y con el tiempo tendremos un vídeo de esta convivencia.

9-11-2009 ACTUALIZACIÓN:
Ya podéis disfrutar del vídeo de la acampada:

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