19 julio, 2010

El campamento de Valdelugueros

  No hemos puesto hasta ahora ninguna noticia del campamento que acabó hace dos días porque toda la información sobre el campamento está en el blog Campamento Lugueros 2010. Os aconsejamos visitarlo. Ha tenido mucho éxito entre los padres.


  Para los más pequeños durante el resto del verano tenemos previstas excursiones y acampadas. La primera y más emocionante será el vivac. Se trata de pasar una noche en un bosque de hayas  durmiendo en una cabaña de palos que haremos por la tarde. Será el primer fin de semana de agosto, días 7 y 8 de agosto. Podéis ver las noticias del vivac de año pasado. ¡Solo para valientes!

  Entre las excursiones que tenemos pendientes está la ascensión a Peña Ubiña por los Jóvenes Montañeros. Una excursión exclusiva para los más preparados. Además tendremos excursiones en bici de montaña, a las pozas y mucho más. Pregunta en Anciles.

02 julio, 2010

Aprender a decir que no

Si nos paramos a pensar, posiblemente podríamos llegar a la conclusión, que lo más difícil a la hora de educar es decir que no. Siempre aparecen excusas para no hacerlo o para hacerlo en otro momento, pero ahí nos jugamos uno de los pilares básicos de la educación.

Dar a los hijos lo mejor

Esta es la aspiración de todo padre y de cualquier madre. ¡Qué padre o qué madre va a negar nada a su hijo!. Hará lo posible y hasta lo imposible. Cada padre quiere dar a su hijo lo que él no ha podido tener, pero hay un pero ¿cuál es? El no dar al hijo lo que no debe tener o lo que no lo le puede venir bien para su formación.

La rapidez de la actual sociedad y el márketing del consumo se encargan de que nos olvidemos de pensar y nos dediquemos sólo a comprar. Además, el razonamiento del hijo o de la hija nos puede parecer aplastante: todos en mi clase tienen móvil, menos yo.

Debemos reflexionar en cada momento qué es lo mejor para nuestro hijo. Unas veces habrá que decir que sí y otras que no. De hecho, la verdadera educación de un hijo se libra en este campo de batalla.

Cuando tu hijo es pequeño y empieza a patalear porque quiere una golosina, y tú para que no te mire todo el mundo se la compras; has empezado a perder el partido de la educación de tu hijo.

No se trata de decir que no por sistema, pero una persona que desde la infancia no es capaz de decirse que no, que no es capaz de sacrificarse por algo; no tendrá el autocontrol suficiente para enfrentarse a los estudios o para decir la primera barbaridad que se le ocurra.

¿Por qué no decimos que no?

Los motivos pueden ser múltiples y variados, pero el principal es no complicarnos la vida. Siempre es más fácil decir que sí. El decir que no impide nuestra comodidad, tenemos que justificar una respuesta, podemos perder la fama como padre abierto y campechano y por si esto fuera poco, el decir no tenemos que reiterarlo muchas veces para que sea eficaz.

Consecuencias de no saber decir no

Una editora se lamentaba recientemente de la educación que había dado a sus hijos: “Lo he hecho mal, no he sabido, no supe poner límites a mis hijos, les di siempre lo que pedían”.

Un alumno llegó a manifestar a su Profesor que sus padres no sabían educarle, porque –según él- le daban todo lo que pedía.

Algunas consecuencias negativas son éstas:
  • Baja autoestima. Como el hijo no dice que no a su pereza, no se esfuerza y no consigue metas. Como no consigue objetivos, piensa que no sirve para nada.
  • Impulsividad y falta de reflexión y sentido común.
  • Falta de valores y de voluntad.
  • Falta de esfuerzo y desgana. El hacer cualquier cosa, le parece muy arduo.
  • Mayor facilidad para todo tipo de adicciones.

Aprender este arte

Vale la pena aprender este difícil arte. El no aprenderlo es notablemente peor. Para aprenderlo, en primer lugar, tienes que decirte que no a ti mismo. Si no sabes sacrificarte en pequeñas cosas, tu mal ejemplo hará difícil que tus hijos te hagan caso. No puedes pedir lo que tu no haces.

Superado este primer escalón, debes pensar lo que realmente necesita tu hijo o tu hija. Tómate tiempo para hacerlo. Háblalo con tu mujer o con tu marido. Incluso es bueno que hagas una lista y que lo escribas.

Después,... a practicar. Di que no con firmeza, con seriedad y di no hasta el final. Tu hijo o tu hija va a utilizar las estrategias envolventes que ha aprendido de sus amigos o de las series de televisión. Llegará, incluso a decirte que eres un mal padre o una mala madre y hasta intentará enfrentaros a los dos para conseguir sus deseos.

No te dejes engañar. Utiliza la técnica del “disco rayado”: “ya te he dicho que no, te vuelvo a decir que no, ya sabes que no...hasta que se canse y lo deje.

Por último, sólo decirte que el no más educativo es el que se dice en la infancia. No esperes tener éxito en la adolescencia, si casi nunca lo has hecho en edades tempranas. Mucho ánimo.