26 mayo, 2016

Romería familiar y más

Este pasado domingo estuvimos en Gradefes celebrando la romería familiar de mayo. Los actos comenzaron con la santa misa en el monasterio de Santa María de Gradefes. ¡Un lugar histórico realmente chulo!

A la entrada de Santa María de Gradefes
Después nos fuimos hasta el chalé para disfrutar de la comida. Un comando dirigido por Javier y Miguel ya estaba con todo preparado: casa abierta, mesas y ¡la barbacoa!
La barbacoa. El "coreano" es Miguel.
¡Nadie se quedó con hambre! ¡Ni siquiera el perro que merodeaba por allí! Cada familia aportó algo: tortilla, vino, empanada, ensalada, refrescos... La barbacoa trabajó hasta el final. Después los postres caseros, o menos caseros. Los chicos enseguida se fueron a jugar. Hasta que Houston empezó con la guitarra y, como el flautista de Hamelín, los reunió a todos a su alrededor.
Alrededor de Houston y su guitarra.
En la sobremesa salió lo mejor del repertorio de Houston. Risas y coros incluidos. También José María nos amenizó con algunas canciones.
Atendiendo a las canciones de diversas maneras.
Pasadas las cinco de la tarde regresamos al monasterio para rezar el rosario a la Virgen. Que para eso estamos en mayo y es el motivo principar de la celebración. Terminados los actos recogimos todo y regresamos a casa satisfechos.

Taller de cocina y Anciles Total

Esta misma semana hemos tenido en el Club dos actividades destacadas. El viernes tuvimos taller de cocina. Esta vez nos lanzamos a preparar chocolate, churros y napolitanas. Parece fácil, pero no lo es. Entre lo churros hubo de todo: duros, muy duros, elásticos, incluso algunos muy buenos. Un lote de napolitanas se nos quemó un poco en el horno. El chocolate quedó estupendo. Al final nos lo comimos todo, todo.
Preparando las napolitanas
El sábado nos tocaba Anciles Total: estudio y juegos. El plan consiste en estar en el Club desde las once de la mañana hasta media tarde. Vamos intercalando tiempos de estudio y de juegos. Comemos todos juntos en la sala de estudio. Dos consolas de juegos, una con pantalla gigante. Un plan divertido a la vez que permite aprovechar el tiempo en temporada de exámenes. Además bastante concurrido.

04 mayo, 2016

En Algadefe y Laguna de Negrillos

El pasado sábado nos acercamos hasta Algadefe, donde vive Juan Carlos, con las bicicletas para hacer una excursión por aquellas tierras. A mediodía llegó la primera expedición con Luis y Pelayo con Charly como piloto. Más tarde llegaría Houston con Jaime. Los dos tenían partido con el Atlético Reino de León que este día acaba la liga. En cuanto el primer grupo estuvo listo tomamos un camino agrícola hacia Laguna de Negrillos. Además nos acompañaba Soldado, el perro de Juan Carlos, que corría como un gamo.

El algunos tramos había buenos charcos.
El primer tramo del camino tiene pequeñas ondulaciones que suben y bajan continuamente. Son todas suaves, pero las subidas acaban cansando a algunos menos acostumbrados. Las bajadas son más divertidas. Ya en zona más llana encontramos los primeros charcos. La primavera ha traído lluvias copiosas y quedan estos vestigios. Al principio los bordeábamos, pero después alguno se aficionó a pasarlos con la bici. No hubo más problema que dejar las bicis llenas de barro.
Luis subido en el tractor. No hay problema: está parado.
A mitad del camino nos alcanzó el padre de Juan Carlos con su tractor. Nos saludó afectuosamente y siguió a su trabajo. Al poco regresó de nuevo y siguió para Algadefe. Para sorpresa de todos Soldado nos dejó plantados y siguió detrás del tractor hasta perderle de vista. Tuvimos que seguir camino sin él.

Llegamos a Laguna de Negrillos cerca ya de las tres de la tarde. A la entrada del pueblo paramos un momento en una pista de motocross. Estaba bastante estropeada por las lluvias. Seguimos hasta el pie del castillo y allí paramos a tomarnos los bocadillos.
Tomando el bocadillo al pie del castillo.

Al poco rato aparecieron Jaime y Houston que habían tomado un camino más directo. Realmente pedalearon fuerte. En cuanto acabamos de comer todos, pasamos a "asaltar" el castillo. De la fortaleza solo quedan en pie tres de las cuatro paredes y algunos torreones. Pero es una visita muy chula.

Se hacía hora de regresar. Antes de emprender la vuelta, estuvimos un rato en el circuito de motocross. El camino de regreso es recto y sencillo. Pero a medio camino Houston sufrió una avería. Tuvimos que seguir sin él con la idea de rescatarle en coche. Cuando ya estábamos en Algadefe para ir en su rescate nos llama diciendo que había encontrado la tuerca perdida y que había reparado la bici. En diez minutos estuvo con nosotros.
Pelayo y Luis en la granja.

Ya en Algadefe, limpiamos un poco las bicis del abundante barro. La madre de Juan Carlos nos invitó a una merienda a base de yogur y bizcocho caseros. ¡Buenísimo! A continuación fuimos hasta la granja de los padres de Juan Carlos. Un montón de vacas todas juntas. Jaime estuvo un rato ayudando en la limpieza. ¡Y disfrutando! Pelayo y Luis prefirieron estar con los terneros. Una visita muy interesante, pero hubo que regresar a casa. ¡Volveremos!

En flickr tienes unas cuantas fotos del día.