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17 enero, 2017

Trekking Familiar en Las Omañas

El pasado domingo nos tocaba la excursión de Trekking Familiar Anciles. Teníamos previsto ir hasta Puebla de Lillo y recorrer la ruta de La Cervatina, pero la previsión del tiempo era ciertamente muy negativa: frío, nieve y viento. A pesar de las inclemencias decidimos mantener la convocatoria, pero cambiando nuestro objetivo hacia Boñar. Ya a punto de partir, en el último momento, volvimos a cambiar de objetivo. Por si acaso, iríamos hasta Las Omañas, más al sur y al oeste, para hacer allí un breve recorrido por Las Médulas de Villaviciosa. Esta es una explotación de oro de los romanos semejante a Las Médulas de el Bierzo, pero menos conocida. El método de extracción de oro era algo diferente.

Un alto en el camino para repartir "chuches"

Finalmente nos plantamos en Las Omañas cerca de veinte personas. El día era ciertamente frío, con algo de viento, pero con sol la mayor parte de la jornada, y resultó una excursión agradable. Partimos de una cantera de grava y fuimos haciendo un recorrido, más bien corto y sencillo, por el monte que entra de lleno en estas Médulas. Casi todo el recorrido fue por pistas forestales amplias, con poca pendiente.

Por el camino paramos en algún lugar alto con buenos paisajes. También encontramos un cazador que nos contó sus aventuras por estos montes. Paramos a comer pronto, todavía no habían dado las dos de la tarde. Después nos tocó bajar por una pendiente un poco más fuerte para enlazar con el camino de vuelta. Los más jóvenes llegaron los primeros al camino, pero siguieron el sentido equivocado y hubo que ir a "rescatarles".
En medio del recorrido, todos bien abrigados.
Desde aquí, llegar hasta el punto de partida fue un paseo. A primera hora de la tarde llegamos de nuevo a Las Omañas y pudimos tomarnos un café con gran tranquilidad. También hubo tiempo de jugar al futbolín. Incuso hubo quién perdió una partida con su padre y tendrá que pagar por ello... Cuando ya estábamos a punto de regresar llegaron los cazadores con cuatro jabalíes que habían caído ese día. Nosotros regresamos a casa después de un día de excursión tranquilo y enriquecedor.

Una selección de fotos:
Trekking Familiar Las Omañas

16 diciembre, 2016

Belén de cumbres familiar 2016

El pasado domingo regresamos con el Trekking Familiar Anciles al pico Fontañán, para poner el Belén de cumbres de este año. Nos juntamos un buen grupo de gente al inicio de la ruta en Olleros de Alba. Iniciamos el camino desde este pueblo ascendiendo poco a poco, primero hacia el este camino del Piñueco, y después hacia el norte, ya directos al Fontañán.

Iniciando el camino entre los montes de Alba
Tras algunas paradas atacamos la ascensión final en dos grupos. Después de la fuerte subida nos juntamos en la cumbre todos los excursionistas. Pudimos contemplar las trincheras y bunker de la cumbre. Los chicos emocionados.
Los chicos dentro del bunker
Tras explorar los restos de la cumbre nos fuimos a un lugar más protegido para comer. A nuestro lado estaban los restos de nuestro Belén de cumbres de hace dos años. Bastante deteriorado, pero entero. Tras la comida recogimos los que quedaban del Belén del 2013 y pusimos el de este año. Llegó el momento de los villancicos. Los pequeños acompañaron con cencerro, palos y piedras, llevando el ritmo. Los mayores cantando con mayor o menor acierto.
Cantando villancicos
Después tocó recoger todo y emprender el regreso. El descenso lo hicimos por el camino clásico recorriendo el monte por lo alto hasta el collado de Yeguas y descendiendo hacia el valle por el que discurre el arroyo de San Martín.

Ya en el fondo del valle encontramos nuestro primer tesoro de geocaching, para emoción de los más pequeños. Un poco más allá entramos en una pequeña cueva al lado del camino.
A la entrada de la cueva
Seguimos camino por el fondo del valle al lado del arroyo. Una parada breve en la fuente para beber y continuamos. Entre las oquedades de las rocas encontramos otros Belenes montañeros que han dejado otros excursionistas.

Ya cerca del final del camino nos desviamos con los pequeños para encontrar otro tesoro de geocaching. Este último ya lo habíamos descubierto hace tres años. Cuesta que los chicos no se lleven parte del tesoro sin dejar nada a cambio.
Hemos localizado el segundo tesoro del día
Desde aquí queda poco recorrido hasta llegar a los coches. Paramos un rato en La Robla para descansar y tomarnos algo conversando sobre las incidencias del día.

Una selección de las mejores fotos:
Belén cumbres 2016

15 noviembre, 2016

Trekking Familiar Lois Anciles

El pasado domingo nos fuimos con el Trekking Familiar a la localidad de Lois, un pueblo precioso situado al final de un valle, perteneciente al municipio de Crémenes. Nos juntamos en el pueblo unas quince personas. Sin duda lo más llamativo del pueblo es su magnífica iglesia de mediados del siglo XVII, que recibo el apelativo de "La Catedral de la Montaña". También destacan algunas casas señoriales.

Iniciando el recorrido
Nuestro destino es llegar hasta lo que queda de la población de Anciles. El camino se inicia al lado de la iglesia del pueblo y discurre hacia el este. Es un camino ancho y bien cuidado que sube poco a poco hasta el collado de Lois. Al inicio del recorrido y en sucesivos puestos encontramos cazadores que nos aconsejan no salir del camino. Creo que, en parte, les hemos estropeado el día. La jornada es soleada con algunas nubes.
Las hayas en otoño
En el collado de Lois hacemos una breve parada para reponer fuerzas. En las orillas del camino encontramos unos restos escasos de nieve. Seguimos hacia el sur, primero pasamos por el collado de Anciles y después descendemos por una pendiente más fuerte hacia lo que queda de Anciles.

Por cierto, Anciles fue un pueblo de la comarca de Riaño que quedó anegado por las aguas del embalse en 1987. El Club Juvenil toma su nombre, en parte, de esta población ya inexistente.
Aguas de otoño
Después de un descenso rápido llegamos al llamado valle de Anciles, unas praderas rodeadas de montañas. Allí hay unos cuantos caballos. Los chicos se acercan a ellos y consiguen acariciarlos sin que se espanten. Incluso los caballos nos siguen un tramo del camino.
Pelayo con los caballos en el valle de Anciles
La ruta sigue descendiendo hacia el embalse. Pasamos por una garganta en la que el río Anciles forma unas cascadas cantarinas. Pronto llegamos al borde del embalse.
El río Anciles
Como estos días ha llovido, el pueblo semisumergido debe tener barro. Así que decidimos seguir el camino por encima del embalse hasta encontrar un lugar adecuado para comer y desde el que podamos contemplar los restos de Anciles. Finalmente encontramos unas praderas en una zona soleada que son muy adecuadas para descansar un rato. Desde aquí podemos contemplar lo que queda del pueblo. El agua está baja, pero todavía cubre buena parte de los restos. Solo podemos ver algunos muros de piedra.
Al fondo vemos los restos de Anciles. Entre las montañas algo de nieve.
Tras una comida tranquila y reposar un poco, tomamos el camino de vuelta. Ahora tenemos una pendiente fuerte hasta ganar de nuevo el collado de Anciles. Caminamos con tranquilidad, algunos con calma. Después de comer la pendiente cuesta más.
Panorama del embalse alrededor de Anciles
A mitad de la ascensión encontramos una curiosa fuente intermitente: al acercarnos deja de manar agua, si nos alejamos vuelve a salir el chorro. Poco a poco alcanzamos el collado. Por la tarde las nubes están cubriendo buena parte del cielo. Entre las nubes los rayos del sol poniente forman unos rayos rojos extraños.
Atardecer en la montaña
Llegamos al collado de Lois donde giramos al oeste. Ahora el camino es más suave, ligeramente descendente. Algunos caminantes están cansados, hemos recorrido bastantes kilómetros. Cuando llegamos a Lois está ya oscureciendo.
Descendiendo desde el collado de Lois.
Una excursión otoñal para descubrir nuestros orígenes. El próximo mes toca belén de cumbres.

Mientras tanto puedes ver una selección de fotos:
Trekking Familiar Lois-Anciles

12 octubre, 2016

Trekking Familiar en Los Calderones y Peña Portilla

El pasado domingo nos fuimos con las familias del Club y amigos hasta Piedrasecha para hacer la ruta de Los Caderones. Pero, además, llegamos hasta Peña Portilla. Amaneció un día feo, con nubes bajas, e incluso niebla en algunas zonas. A la entrada de Piedrasecha seguíamos con el cielo cubierto y con algo de frío.

Iniciando el camino, con frío y nubes.
No éramos demasiados: solo doce personas. Ningún niño pequeño. Tomamos el camino y pronto llegamos a El Manadero. Subimos hasta la cueva donde está la ermita de la Virgen del Manadero. Después seguimos camino por el desfiladero. Para algunos es la primera vez que recorren este impresionante camino.
Los excursionistas, salvo el fotógrafo, en la cueva de la Virgen del Manadero.
Por el camino encontramos un grupo de ciclistas que se aventuran con sus monturas y algunos perros por estos lares. Pasamos al lado de la cascada y seguimos hasta Santas Martas.
Recorriendo la parte más profunda del desfiladero.
En Santas Martas hacemos un algo en el camino. Las nubes se van despejando y aparece el sol. Ahora nos sobra la ropa de abrigo. Empieza a hacer calor.
El grupo al lado de la cascada de Los Calderones.
Seguimos el recorrido hacia el oeste por un camino forestal recién arreglado. Poco a poco vamos tomando altura. En un punto el camino se convierte en senda estrecha entre piornos. El avance se hace más dificultoso por lo cerrado de la vegetación. Incluso en un momento tenemos que abrirnos camino entre las escobas con cierta dificultad hasta llegar al Collado Tijero, a 1.630 metros de altura.
Ascendiendo entre las matas hasta el Collado Tijero.
Una vez en el collado nos tomamos un descanso. Desde aquí las vistas ya nos espléndidas. Incluso podemos ver los pilares del puente de la A-66 sobre el Embalse de Luna. Abajo tenemos Portilla de Luna. Los más aventuremos nos animamos a subir hacia Peña Portilla. Otros tres deciden que ya han hecho suficiente esfuerzo y se quedan en el collado para descansar y comer.
Ascendiendo a Peña Portilla.
La ascensión es más sencilla de lo que parece, aunque las primeras pendientes son fuertes. Nos lleva casi media hora llegar a la zona alta que conduce hacia la cima. Entre las rocas paramos para comer. Aquí las vistas sí que son fantásticas: el pantano de Luna con su puente, parte de Babia, el macizo de las Ubiñas, abajo el pueblo. El día está ahora totalmente despejado.
En lo alto de la peña, acabando de comer.
Tras la comida, de nuevo nos dividimos en dos grupos, los que quieren pisar la cima cercana y los que prefieren reposar. Al poco de remprender el camino nos sorprende un corzo joven y saltarín. Tenemos oportunidad de fotografiarlo.
Secuencia de imágenes del corzo que encontramos en Peña Portilla.
Enseguida llegamos a la cumbre. Aquí podemos contemplar los restos diversas construcciones de la guerra civil. En lo más alto hay un curioso montículo de piedras semejante a otros que podemos encontrar por los alrededores de Piedrasecha.
En Peña Portilla, ante los restos de refugios. Al fondo a la izquierda Peña Ubiña.
Enseguida regresamos hasta donde nos esperan los que descansan en lo alto.
Marcelo ante un curioso montículo de piedras. Fantásticas vistas.
Descender de la peña se hace un poco más complicado que el ascenso para algunos. Ya en el collado nos reagrupamos todos de nuevo. Para el descenso encontramos una senda estrecha entre los piornos. Cuesta abajo todo es más rápido.
En el collado, tras descender de Peña Portilla.

El camino de vuelta no tiene más aventuras. Regresamos por el mismo camino de la mañana, pero en sentido inverso. En la garganta de Los Calderones encontramos a unos escaladores que practican su deporte entre las paredes de roca. Llegados al pueblo, paramos un buen rato en el bar para reponernos y comentar el día. En flickr puedes encontrar una selección de fotos.

12 septiembre, 2016

Trekking Familiar en las fuentes del Sil

Ayer fue el segundo domingo de septiembre y empezamos las excursiones del Trekking Familiar Anciles. Esta vez nos fuimos hasta La Cueta, el pueblo más alto de la provincia, a 1.450 metros de altura. Desde allí remontamos el curso del río Sil hasta sus fuentes.

Casi todos los caminantes en un puente sobre el rio Sil. ¡Así de pequeño es a esta altura!
Llegamos a este remoto pueblo un grupo de quince personas. El camino discurre paralelo al curso del Sil, primero por un camino ancho y sencillo. En algunos momentos cruzamos el río, realmente escaso en estos parajes, sobre puentes o saltando de piedra en piedra.
Los excursionistas más de cerca.
Después de un buen tramo, el camino se hace una senda que va ascendiendo entre rocas y prados. Las montañas cercanas son imponentes.
Vamos ascendiendo entre rocas y prados.
Terminada la senda llegamos a unas praderas amplias con hierba alta y abundante ganado. En estos últimos tramos el Sil apenas lleva agua. En algunos momentos el cauce está totalmente seco. Un poco más arriba vemos correr un reguerillo de agua que desaparece en la tierra.
Macarena abriendo camino ayudada por sus hermanas.
A la hora de comer paramos bajo unas rocas que nos proporcionan sombra. Después de un rato parados buscamos el sol. Nos estamos quedando fríos. Tras la comida los más aventureros siguen un rato el camino guiados por José María.
Los más aventureros siguen la exploración.
Tras una breve ascensión llegamos Collado de la Cueña. Desde aquí tenemos unas magníficas vistas al sur. En el fondo del valle tenemos la laguna de las Verdes y sobre ella el Mortihuelo que luce imponente con sus 2.180 metros de altura y sus impresionantes canchales.
En el Collado de la Cueña. Al fondo el Mortihuelo, tras el sombrero de José María la laguna de las Verdes.
Enseguida bajamos de nuevo hacia las praderas y poco después nos reunimos con los que se quedaron descansando. Regresamos por el mismo camino que recorrimos por la mañana. El avance es más rápido. Suele ser más cómodo descender.
En el camino de regreso.
De vez en cuando hacemos una parada para descansar un poco y reponer fuerzas y líquidos. Vamos bien de tiempo y no hay prisa. Llegamos a La Cueta a media tarde. El día ha sido magnífico.
Hemos llegado a La Cueta. Esto es un puente sobre el río Sil.
Para completar la jornada decidimos tomarnos un helado. Pero para esto tenemos que ir hasta Piedrafita. Disfrutamos de una amable tertulia en la terraza del bar. Repasamos los planes hechos en el club y pensamos los que haremos este nuevo curso. Al lado tenemos como vecino a un magnífico jumento:
El vecino de al lado.
En flickr tenéis más fotos de la excursión.

28 abril, 2016

Trekking Familiar lago Truchillas

El mes de abril ha resultado muy complicado desde el punto de vista metereológico. Un mes de lluvias muy abundantes, más de lo habitual. Por este motivo el Trekking Familiar se ha retrasado en dos ocasiones hasta coincidir con el último domingo del mes. Nuestro objetivo ha sido ambicioso: el lago Truchillas. Situado en La Cabrera, ya muy cerca del límite con la provincia de Zamora, es una excursión de distancia moderada, poco más de cinco kilómetros, pero un desnivel importante: 550 metros de subida.

Iniciando el camino con buen sol
Como salimos de León a la hora habitual, nos pusimos a caminar pasado ya el mediodía. El camino se inicia por una senda ancha y sencilla en un día soleado y agradable. Somos más de 25 excursionistas, incluidas dos niñas realmente pequeñas. En algún momento cruzamos el arroyo que baja del lago y que nos acompaña por todo el recorrido.
Desde Algadefe a punto de cruzar el arroyo
A partir de la mitad del recorrido el camino se estrecha y la pendiente se hace más fuerte. Ahora cuesta un poco más caminar. El cielo se va cubriendo de nubes poco a poco.
Ya cerca del lago el camino se hace más dificultoso.
Ya cerca del lago tenemos que pasar por una zona de turberas completamente encharcada. Algunos van bien equipado con botas de agua. Los demás tenemos que ir sorteando el agua y el barro. El último tramo de la ascensión se hace cansado. A algunos de los más chicos hay que animarles a continuar. El cansancio se hace notar.
Todos los excursionistas ante el lago Truchillas.
Finalmente todos llegamos al lago. Se trata de un circo glaciar con paredes altas por el oeste y una salida natural hacia el valle. Por una de las paredes cae una bonita cascada hacia el lago. El cielo está ahora cubierto de nubes. A pesar de situarnos en un lugar protegido del viento, hace algo de frío. Son más de las tres de la tarde.

Es hora de comer. Tras la comida los chicos con Houston deciden recorrer el perímetro del lago. Otros se dedican a jugar entre las turberas y el agua. Los mayores reposan. Por momentos sale el sol y se está mucho mejor.
Fátima a la orilla del lago
Hay que regresar, que se va haciendo tarde y hay mucha carretera por delante. El descenso es más rápido y mucho más cómodo.
Hay que cruzar el arroyo para iniciar el descenso.
En la bajada solo hacemos una parada para descansar un poco y tomar algo.
Iniciando el descenso.
Ya cerca de los coches nos cae una lluvia ligera que nos asusta un poco, pero enseguida para y podemos llegar a los coches sin más novedades.
Ya hemos terminado la excursión. En lo alto de los montes hay bastante nieve.
En Flickr tienes una selección de las mejores fotos.

24 marzo, 2016

Trekking Familiar en el puerto de Aralla

El pasado domingo nos fuimos con las familias hasta lo alto del puerto de Aralla, más allá de Geras, para hacer una breve excursión a la nieve. La previsión del tiempo no era muy favorable, pero nos animamos a intentarlo sabiendo que tampoco haría muy mal tiempo. En lo alto del puerto nos juntamos la familia Fanjul con algunos amigos, Juan Carlos con su madre y sus hermanas y algunos mayores de Anciles.

La expedición iniciando el camino.
Iniciamos el camino por una pala de nieve al lado de la carretera. José María y Javier van abriendo camino con las raquetas. Estamos casi en primavera y la nieve está relativamente blanda. La primera subida se hace dura. Pronto llegamos a un camino donde hay tramos de camino libre de nieve y esto facilita el avance.
El día está nublado, pero el paisaje es precioso.
Cada poco tenemos que parar para recuperar fuerzas. Algunos no van bien equipados para la nieve, y eso se nota. Poco a poco vamos avanzando por el camino entre tramos de nieve y tramos de tierra. El camino no es fácil. Algunos de los chicos pequeños aprovechan cualquier ocasión para deslizarse por la nieve con el trineo... o sin él.
Juan Carlos se desliza por la nieve mientras sus hermanas esperan en el trineo.
El esfuerzo por avanzar entre la nieve abre el apetito. En algunas paradas aprovechamos para ir picando algo. Pero nuestra meta es llegar más lejos.
Los jóvenes, que no niños, en una parada
Por fin encontramos una zona verde relativamente amplia y sin nieve. A pesar de ser pronto, hacemos allí parada completa para comer. Unos plásticos amplios nos aíslan del suelo. Rápidamente salen los bocadillos, empanadas y todo tipo de material fungible. Los pequeños enseguida aprovechan para probar a su gusto el trineo por las pendientes más empinadas.
El momento de reponer fuerzas
Los pequeños jugando en la nieve
Al terminar la comida empezó la construcción del iglú. Se supone que la experiencia y la disponibilidad de tiempo permitirían acabarlo. Pero no es tan fácil...
Construyendo el iglú
La mojadura y la inactividad hizo que un grupo numeroso decidiera que convenía regresar pronto mejor que terminar con un resfriado morrocotudo. Mientras algunos de los mayores se quedaron dedicados al ruinoso negocio de la construcción, un buen grupo de gente emprendió el regreso. Cuesta abajo es más fácil avanzar. Pero nos llevó su tiempo llegar hasta el puerto. Una vez allí entremos en el mesón, nos cambiamos y nos tomamos algo caliente.

Mientras, los constructores seguían con su labor. Por la tarde el tiempo empeora y el cielo, que en algún momento dejó ver el sol, se oscurece. Finalmente empieza a nevar. No consiguieron cerrar la cubierta del iglú, pero disfrutaron un montón.
Así terminó el iglú.
 Ya estaba nevando cuando, finalmente, vimos a los rezagados llegar al puerto. Creo que el próximo iglú tendrá que esperar al siguiente invierno.

Más fotos en flickr.