24 agosto, 2009

Un vivac emocionante

Ayer regresamos del vivac más emocionante de los últimos años. El sábado salimos desde Anciles poco después de las 12:00.Con Charly al frente van Fon, Miki, Álvaro y Sam en la amplia furgoneta que nos dejaron los padres de Fon y Miki. Primeramente nos dimos un buen baño en el Curueño, pues hacía un tremendo calor.


Para comer nos acercamos hasta Valdorria. Allí visitamos la ermita de San Froilán y localizamos nuestro quinto tesoro de geocaching. Esta vez fue Samuel el que lo localizó. Casi todos se llevaron algún detalle y nosotros dejamos una moneda de un penique. Regresamos a las pozas y nos dimos un breve baño antes de empezar la aventura de verdad.

A eso de las 6:30 de la tarde cargamos nuestras mochilas con lo necesario para pasar la noche y emprendimos la marcha hacia el "bosque de los elfos". Este es el nombre que le damos en Anciles a este bosque de hayas precioso que parece salido de una aventura de Tolkien.

En menos de una hora llegamos a nuestro punto de destino. Dejamos nuestras cosas en un claro y exploramos el bosque. Comprobamos que la última cabaña construida hace unos años estaba en el suelo: se había roto la viga central. Después de explorar varias alternativas, decidimos reconstruir de nuevo la vieja cabaña.

Conseguimos dos nuevas "vigas maestras" y, aprovechando los palos de la vieja, reconstruimos en una hora una nueva y estupenda cabaña de la que nos sentimos orgullosos. Miki y Sam se encargaron de la estructura, mientras que Álvaro y Fon se hicieron cargo de que el suelo estuviese limpio de obstáculos y bien alfombrado de hojas de haya.

Se estaba haciendo de noche cuando Charly y Sam tuvieron que ausentarse un rato para recuperar unas prendas olvidadas. El resto de los acampados pasó unos momentos de gran emoción: por todas partes escuchaban sonidos sospechosos. Cenamos cuando ya estaba oscuro y después rezamos el rosario. Lo aplicamos especialmente por Toñina a la que habían ingresado ese mismo día.

Ya de noche nos dirigimos hacia nuestra cabaña, que está en medio del bosque. En la oscuridad todos tenían miedo y además tardamos un poquito en localizar nuestro refugio. Extendimos los sacos y cuando conseguimos estar todos en condiciones de dormir dieron las doce de la noche. El domingo Miki celebraba su cumpleaños, así que enseguida recibió la felicitación de todos.

Con la emoción nadie podía conciliar el sueño. Escuchábamos los búhos y algunos sonidos curiosos, pero nada que sonara peligroso. Finalmente el sueño y el cansancio pudieron con la emoción y todos dormimos felices. Fue una noche muy silenciosa, en la que apenas se escucharon ruidos de animales.
Al amanecer la luz nos despertó temprano. A eso de las ocho todo el mundo estaba ya en pie. Estaba fresquito. En el claro del bosque desayunamos.
Recogimos nuestras cosas y emprendimos el regreso por la cresta del monte. Avanzamos un buen trecho por los caminos del bosque que poco a poco cambiaba de aspecto, ahora encontramos hayas y robles. Después monte bajo y finalmente llegamos a una cresta rocosa. Allí dejamos bien situado un tesoro de geocaching. ¡A ver quien lo descubre!
Descendimos del monte por una ladera cubierta de hayas antiguas, con troncos caídos. La pendiente es muy fuerte, de tal forma que de vez en cuando alguno se cae o rueda cuesta abajo algún saco de dormir. Una emoción añadida a lo ya vivido.
Cerca de las doce llegamos a la furgoneta. Lo primero un buen baño en las pozas. El agua está fría, pero todos necesitamos un remojón. A la una asistimos a la Santa Misa en Lugueros, donde encontramos viejos amigos. Comemos de nuevo en las pozas y, después de un rato, de nuevo todos al agua. Por aclamación dejamos la prevista visita a la cueva y prolongamos el baño por una hora. Miki y Fon disfrutan especialmente lanzándose al agua desde las rocas. Finalmente recogemos y emprendemos el regreso a casa. A media tarde estamos en León felices de haber disfrutado dos días de emocionantes aventuras. Como siempre en flickr encontrarás las mejores fotos del vivac.

19 agosto, 2009

Este fin de semana: vivac

Este fin de semana vamos a vivir una de las actividades más emocionantes del año, el vivac. Se trata sencillamente de pasar una noche en un precioso bosque de hayas. Pero no en una tienda de campaña, sino en una cabaña de palos que tenemos que construir.

Para esta actividad saldremos desde Anciles el sábado, día 22 de agosto, a las 12:00. Comeremos en algún lugar cercano a Lugueros. Si hay tiempo nos daremos un baño en las conocidas pozas de las Hoces.

Antes de media tarde tendremos que emprender el camino hacia nuestro bosque. Tenemos una hora de camino cargados con lo necesario para pasar la noche, incluida cena y desayuno. Es importante ir bien equipados con agua y bebida puesto que no tenemos fuentes accesibles.

Llegaremos a nuestro punto de vivaqueo a media tarde, con tiempo para reconocer el terreno y construir las cabañas. El bosque (que algunos llaman de los Elfos) es un lugar precioso con árboles muy viejos y muchas hojas secas en el suelo. Un lugar ideal para pasar una noche emocionante.

Por la noche, ya en el saco, podremos escuchar el ladrido de los corzos, los reclamos de los búhos y los sonidos del bosque. No hay que preocuparse: vamos a un sitio seguro en el que hemos estado muchas noches. Os puedo asegurar que tendréis un recuerdo inolvidable de esta aventura.

Después del desayuno matutino regresaremos a la civilización por otro camino muy interesante. Nos bañarnos de nuevo en las pozas de los Caseríos y visitaremos una cueva también muy emocionante. Regresaremos a León a media tarde del domingo. Durante la excursión guardaremos en algún lugar conveniente un nuevo tesoro de geocaching.

Os recuerdo las cosas que conviene llevar al vivac: mochila, saco de dormir, linterna, comida para una jornada completa, cantimplora y bebida abundante, gorra, bañador, toalla, chanclas de río. Es conveniente llevar, al menos, una camiseta de repuesto y algo de ropa de abrigo por si la noche refresca. También es conveniente llevar una esterilla, aunque no es imprescindible. Poneos en contacto con Charly para reservar vuestra plaza.

11 agosto, 2009

Campamento Lugueros 2009

Ayer mismo regresamos del campamento de Lugueros de este año. Una vez más, se nos hizo muy corto. Estábamos más bien pocos: 25 acampados, tres premonitores y unos seis monitores mayores de Anciles, Niara y Peñavera. No se pueden resumir diez días de campamento en unos párrafos, pero sí el ambiente y las noticias más destacadas.

Cada mañana había que limpiar y ordenar las tiendas de campaña. La puntuación de las tiendas resultó muy disputada hasta el último día. Todos los días, además, había que ayudar a poner el comedor y recogerlo, así como limpiar los aseos. Algunas madres podrían sorprenderse al ver a sus hijos colaborando en las tareas de la casa.

Cada día había una breve charla y una plática del sacerdote. Porque la parte más importante del campamento es la educación de los asistentes para que mejoren en sus cualidades humanas y en su vida cristiana.

El primer día hicimos una marcha con diversas pruebas hasta las pozas de Redipuertas. Donde hay una cascada magnífica. La pena es que se nos hizo tarde y pocos pudieron disfrutar del baño. Muchos días jugamos a diversos deportes: fútbol, voley, kitball y hockey. Algunos destacaron por su buena forma física y sus cualidades deportivas.

Una tarde se la llevó la búsqueda del tesoro, que resultó divertida, aunque algo complicada. Finalmente todos recibieron algún premio. Un día nos fuimos a visitar la Cueva de Valporquero que siempre resulta impresionante por su tamaño y belleza.

Otro día lo dedicamos a hacer una excursión más larga. Salimos del campamento a media mañana y pasando por Tolibia de Arriba llegamos a un bosque muy bonito. Mientras algunos reposaban la comida otros se dedicaron a lanzarse piñas sin consecuencias. Después de pasar un poco de sed llegamos a Tolibia de Abajo donde encontramos una fuente muy fría. Acabamos la excursión en las pozas de los Caseríos. El baño en las pozas resultó para algunos lo mejor del campamento. De tal forma que unos días después volvimos de nuevo a mismo sitio. En wikiloc tenéis el recorrido de la excursión, por si alguien quiere hacerla.

Pero quizá la salida más valorada resultó la del karting de Vidanes. Este año casi todos pudieron conducir los karts más potentes, eso sí, adaptados a la edad de cada conductor. Sólo Luis tuvo problemas por ir demasiado rápido en alguna curva, de tal manera que acabó la carrera antes de tiempo.

Mención aparte requieren las actividades nocturnas. Para muchos lo más divertido era el Rommel y Monty, para otros el cazafirmas. Todos disfrutaron con la noche de terror y con la Ruta de Mordor.

Esperábamos con expectación el día de padres. A pesar de ser el último día completo, casi nadie se marchó por ataques de "mamitis". Después de la comida la gymkana familiar resultó muy divertida. Aunque este año los padres no se animaron a jugar el clásico partido de fútbol padres-acampados.

La última tarde se nos fue entre el reparto de diplomas, la entrega de medallas, la subasta, la cena de despedida y la película. Como suele ocurrir varios se durmieron en la película, pero no siempre ocurre que un acampado ronca como una locomotora.

Todo el mundo intercambió sus correos y messenger para seguir en contacto. La despedida fue emocionante porque una de las cosas más valoradas por los acampados es el encontrar nuevos amigos de otros lugares. Eso sí: siempre nos queda volver a vernos el próximo año y en las actividades conjuntas de los clubes durante el curso que se acerca.

Como siempre tenéis las mejores fotos del campamento en flickr.