27 julio, 2007

La partida hacia el campamento

El próximo día 1 de agosto salimos hacia el campamento de Lugueros. Nos vamos hacia Lugueros en el autobús que sale a las 7:00 de la tarde. Para no ir apurados quedamos todos a las 6:30 de la tarde en la estación de autobuses de León. No hace falta sacar billete.

09 julio, 2007

La excursión del campamento

Cada año en el campamento de Anciles se hace una excursión. Este año hemos preparado una nueva ruta. Ayer hicimos una prueba de la excursión prevista para ver si es aconsejable para los niños y, de paso, para poner las pistas que animarán la excursión del campamento.




El recorrido se inicia en Villaverde de la Cuerna, un poco por encima del campamento siguiendo hacia el puerto de Vegarada. Desde allí sale un camino ancho que nos lleva hasta la mina de talco de Puebla de Lillo. Si continuamos la ruta llegaremos hasta el Lago Ausente. El camino es fácil, sin grandes cuestas, en general en muy buen estado. De hecho, por el camino nos encontramos con dos todoterrenos que lo recorrían. Además casi siempre caminamos al lado de un pequeño arrollo que lo hace muy agradable. Esperemos que en agosto siga llevando agua.

Realmente el día no acompañaba, estaba frío, había nubes, a punto estuvo de llover. Por este motivo sólo llegamos hasta una caseta desde la que se divisa la mina de talco. En cualquier caso hemos visto que la excursión es adecuada para el campamento y, además, hemos hecho deporte. Si queréis, podéis ver el recorrido en google maps.

04 julio, 2007

VivAventura

El pasado fin de semana nos fuimos al vivac. Realmente fuimos muy pocos: Rubén, Javier y Charly. Fallaron varios que habían manifestado intención de ir, pero fiestas, cumpleaños y cansancios varios hicieron que quedáramos muy pocos. Finalmente fue todo una aventura.

Ruben en la cascada

En vista del éxito de público decidimos hacer un pequeño cambio y llevar bicicletas de montaña. Llegamos a Lugueros cuando ya casi era la hora de comer, recogimos a Rubén y nos fuimos a comer a un lugar privilegiado: una cascada casi oculta entre el puerto de Vegarada y las pistas de Riopinos. Aquí la aventura fue llegar a la cascada. Hacía muchos años que no estábamos allí y había crecido mucha vegetación haciendo muy difícil llegar al pie de la misma.


Una vez comidos decidimos explorar el entorno: subimos por un sitio fácil, pero con algo de agua, para ver la cascada desde arriba. Decidimos bajar por otro sitio. Aquí empezó la segunda aventura: tuvimos que recorrer mucho monte con abundante vegetación, y espinos para llegar a un lugar por el que se pudiera bajar sin peligro.


Desde lo alto habíamos visto un camino que bajaba hasta Redipuertas, entre el monte. Nos pareció un recorrido interesante. Decidimos coger las bicis y bajar por allí. A todo esto había que cambiar una cámara de una de las bicis que estaba pinchada. Nos encontramos con la bomba de hinchar estropeada. Con cuidado y paciencia logramos cambiar la cámara, hincharla y emprender la marcha. Resultó que el camino era muy inclinado y con grandes piedras. Total que sufrimos alguna caída. Finalmente, cuando ya casi estábamos al final del camino, nos encontramos con que éste desaparece entre matorrales impenetrables. Tuvimos que caminar con la bici al hombro por matorrales, cruzar un arrollo, mojarnos y ¡por fin! llegamos a la carretera. Fin de otra aventura.


Ya en Lugueros nos fuimos a bañar a las pozas de Los Caseríos. Javi, el más valiente y acuático, se tiró varias veces desde el puente. Empezamos a pensar en la noche. Las previsiones son de lluvia suave, pero de la que moja. Así que después de pensarlo un poco decidimos vivaquear en el bosque que tenemos detrás del campamento.

Buscamos un lugar adecuado en el bosque, por el camino donde hacemos la Ruta de Mordor, y rápidamente construimos algo parecido a una cabaña de palos que nos proporcionara una mínima protección. Ya era casi de noche cuando nos pusimos a cenar. Contamos alguna historia y ¡a dormir!

La noche estaba cubierta de nubes, no se veía ninguna estrella. A eso de la una de la madrugada empezaron a caer algunas gotas de agua, pocas y espaciadas. Pero en algún momento amenazó con ponerse a llover de verdad. Así que decidimos ir a un refugio más seguro. Reogimos los sacos y las mochilas y nos fuimos a dormir a una de las tiendas del campamento que esa noche estaba vacío. Otra aventura.

Camino de Tolibia
Nos levantamos tarde, pero descansados. Desayunamos y nos fuimos a Misa a Tolibia de Abajo. Cumplidas nuestras obligaciones dominicales cogimos de nuevo las bicicletas y emprendimos una nueva ruta. Esta vez subimos hasta Arintero por la carretera. Una buena subida. Desde el pueblo cruzamos el monte y bajamos hasta Tolibia de Arriba. Una bajada espectacular. Después hasta Tolibia de Abajo y nos dirigimos a las pozas que hay antes del pueblo. Un baño rápido y volvimos al campamento para comer.

Ya por la tarde regresamos a León. Aprovechamos para pasar por casa de Rubén y gozar del último chapuzón en su piscina. Fue un vivac lleno de aventuras intensas, con poca gente, pero con buenos recuerdos.