14 febrero, 2013

Aventura en la nieve

Eso fue la convivencia de carnaval de este año en el Campamento de Valdelugueros: ¡una aventura! Salimos de León el sábado por la tarde en dos coches. Del Club Juvenil Anciles estábamos siete chicos y dos mayores. Ya sabíamos que encontraríamos bastante nieve y que tendríamos que caminar sobre ella hasta llegar a la casa del campamento.

El domingo de mañana llegando a Lugueros
Encontramos la casa ya caliente y al poco de aterrizar nosotros fuimos a ayudar a los chicos de Valladolid que llegaban cargados desde el pueblo. Repartimos habitaciones, colocamos (más o menos) todo y después de cenar estuvimos jugando a diversos juegos de grupo. A una hora sensata nos fuimos a la cama. Todo el mundo durmió bastante bien. Los monitores nos sorprendimos de que de madrugada los chicos no se levantaros demasiado temprano. Caminar sobre la nieve agota de verdad. Y más si vas cargado.

El domingo amaneció buen día. Poco antes de las once llegó D. Javier desde León y nos celebró la misa en el oratorio del campamento. A media mañana, ya listos para la nieve, caminamos hasta Lugueros, donde teníamos los coches. Desde allí nos fuimos en busca de las buenas rampas de Vegarada. Pero al pasar el pueblo de Redipuertas la carretera estaba cortada. Así que dejamos allí los coches, cogimos los trastos y caminamos carretera arriba hasta encontrar, muy cerca, una pendiente adecuada.

Al llegar aquí empezó a nevar. Y a nevar de verdad. Todos disfrutamos con los trineos y los gomatos. Pero subir las rampas es agotador. A eso de las dos y media recogimos todo y regresamos a la casa. Comprobamos que la carretera la habían cerrado porque las máquinas quitanieves estaban trabajando.

Por la tarde nos dedicamos a los juegos de mesa: risk, ajedrez, cartas... También nos propusimos construir un iglú. Los chicos se animaron mucho con la idea, pero la nieve era demasiado esponjosa,  poco compacta y los "albañiles" poco experimentados. Hubo que dejarlo a medio hacer porque las paredes no tenían resistencia. Contábamos con que la helada de la noche diera consistencia al invento...

Después de la cena jugamos unas partidas a Rommel y Monty que resultaron muy emocionantes. A esas horas ya había empezado a nevar, con suavidad, pero sin parar.

La nieve cubre el Campamento de Valdelugueros
Así amaneció el campamento el lunes.
El lunes amaneció con una buena capa de nieve y nevando continuamente. Además la ventisca traía nieve del norte. No se podía salir de la casa, a no ser que estuvieras bien protegido. En definitiva la mañana del lunes hubo que dedicarla de nuevo a juegos de interior. Algunos valientes salieron un rato para seguir con el iglú o para construir un nuevo refugio en la nieve.

Los mayores estuvimos evaluando largo rato qué hacer: regresar a casa cuanto antes, esperar a que despeje o quedarnos un día más, o los que hagan falta, hasta que se pudiera salir. La previsión decía que por la tarde tendríamos unas horas de buen tiempo. En el pueblo nos informaron del estado de la carretera. En consecuencia comimos pronto, recogimos la casa y a eso de las tres salíamos, ya con algo de sol, en busca de los coches.

Llegar hasta los coches llevó su tiempo. Sacarlos de la nieve a paladas también. Sobre las cinco de la tarde ya teníamos los coches libres de nieve, cargados con todo y apuntando hacia casa. En algunos tramos la carretera de las Hoces de Valdeteja estaba bastante mal. Aunque había pasado el quitanieves, la ventisca acumulaba nieve. En cualquier caso salimos airosos de la prueba. Incluso un coche se atrevió a hacer una parada en Nocedo y visitar la cascada de la Cola de Caballo. ¡Toda una aventura! El próximo año más.

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