27 noviembre, 2012

Adolescentes y nuevas tecnologías


El pasado viernes tuvimos la dicha de tener en el Club Juvenil a D. Javier Fdez. Tessier, profesor de secundaria en el Colegio Internacional Peñacorada. Su exposición, titulada “Adolescentes y nuevas tecnologías. Peligros ocultos”, resultó de lo más interesante.

En primer lugar nos presentó la etapa de la adolescencia y sus problemas: cambios físicos y emocionales.  La adolescencia es la etapa de transición de la niñez a la edad adulta. Ya no son niños, pero todavía no son el adulto que llegarán a ser. En consecuencia muchas veces no aceptan su físico y buscan un físico ideal que les marca la sociedad a través de famosos, no siempre ejemplares, o a través de una imagen global de grupo, tratando de superar su inseguridad personal. Asimismo, emocionalmente aprender las habilidades sociales: primeras amistades serias, búsqueda de la propia identidad, rechazo de la autoridad, curiosidad ante el mundo adulto, etc. Todo esto, y otras cosas, hacen que ser adolescente sea realmente difícil. Es una etapa de la vida emocionante, apasionante, pero muy difícil.
D. Javier exponiendo su charla
A continuación, Javier nos presenta las nuevas tecnologías que usan los jóvenes: videojuegos,
redes sociales, internet y dispositivos móviles. Internet, los ordenadores, los dispositivos móviles llevan ya un tiempo entre nosotros y han cambiando radicalmente muchas facetas de nuestra vida. Tienen grandes ventajas y son ya herramientas importantes en la docencia. Pero… sin una adecuada formación pueden ser peligrosas a corto y a largo plazo.

Posibles peligros

Los ordenadores y los móviles modernos nos permiten estar conectados a internet las 24 horas del día. Un smartphone no deja de ser un ordenador de bolsillo que podemos llevar siempre encima y nos permite estar conectados. Como consecuencia de esto, con frecuencia, el adolescente del siglo XXI está más solo que nunca, a pesar de estar acompañado. A través del móvil está conectado permanentemente con sus "amigos", pero le cuesta comunicarse con los que tiene al lado.

La familia, los padres, aportan la mayor parte de la carga educativa. La educación se aprende en casa, lo que podamos aportar el colegio o el Club Juvenil es solo un complemento. En ocasiones la comunicación familiar es casi nula por el rechazo habitual del adolescente a lo que venga de sus padres y porque están atendiendo a su mundo virtual a través del móvil.

Como consecuencia de las dificultades propias de la edad y de la posibilidad de estar permanentemente conectado a las redes sociales y a los medios digitales, el adolescente puede refugiarse en ese mundo virtual irreal y llegar a crear una adicción. El mayor castigo que puedes hacerle a un adolescente enganchado es quitarle su móvil. Si le dejas un fin de semana sin móvil "lo matas". Entre los indicios que pueden indicarnos una situación de peligro están la incapacidad de concentrarse en una tarea teniendo a mano el móvil o la irritabilidad en casos de interrumpirles la conexión. Es especialmente recomendable retirarles el móvil a la hora de acostarse. Frecuentemente se pasan gran parte de la noche "whasapeando", enviándose mensajes y no descansan lo suficiente.

Por otro lado, los menores, incluso los mayores, no suelen ser conscientes del peligro que lleva consigo publicar información personal, fotos o vídeos en las redes sociales. Esta información puede ser usada para acosarles o para chantajearles y puede tener consecuencias negativas a largo plazo.

Soluciones

La primera medida que hay que tomar es informarse. Los padres tenemos que formarnos, conocer estas tecnologías. En caso contrario estaremos en seria desventaja. Tener claro que los primeros y mejores educadores somos los padres y para esto hay que conseguir comunicación en la familia: la familia se reúne y habla, en las comidas, sin televisión. Escuchar, hablar del día a día, de los problemas...

Hacerles ver su realidad, ayudarles a conocerse y a forjar una personalidad propia. Ser modelos de vida para ellos, ir por delante con nuestro ejemplo.

Enseñarles a usar las nuevas tecnologías, y para eso conocerlas nosotros antes. Acordar el inicio de uso de las nuevas tecnologías: su primer móvil, su primera cuenta en una red social. Salvo que existan motivos serios, retrasar estos inicios todo lo posible. No dejarse engañar: todos lo tienen, necesito un iphone y razonamientos parecidos. Probablemente sea suficiente un móvil simple sin acceso a internet, sin wifi, sin redes sociales.

A un niño no le dejaríamos conducir solo.
Siempre, siempre poner normas y límites: el ordenador familiar en un sitio público y visible, nunca en su cuarto. Hasta los 18 años la red no es un lugar privado, como no lo es el armario o la habitación. Lo padres podemos controlar su red social. Restringir el horario de conexiones, los momentos de uso del móvil, etc.

Intentar proporcionarles una formación continua y de calidad: la que reciben en casa y en el colegio. El Club Juvenil es una ayuda muy interesante.

Una frase que resume todo: Si los padres no nos implicamos con las nuevas tecnologías, estamos dejando un auténtico gigante en manos de una persona sin madurez suficiente.
A continuación la presentación que nos hizo D. Javier Fdz. Tessier:

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