28 junio, 2009

Excursión familiar a los Calderones

Hoy nos hemos ido de excursión a los Calderones de Piedrasecha. Asistimos a la Santa Misa en la basílica de San Isidoro y llegamos a Piedrasecha sobre las 11:00 de la mañana. Temperatura agradable con sol y algunas nubes. Las previsiones anuncian lluvia, pero no nos asustan.

Emprendemos la marcha y pronto llegamos al manadero. Allí contemplamos el fenómeno del resurgir del río. Subimos hasta la cueva donde hay una imagen de la Virgen. Seguimos la marcha que ahora se hace más dificultosa entre las grandes piedras del barranco. De vez en cuando contemplamos las peñas sobre nuestras cabezas, los plegamientos de las rocas o los árboles del bosque.

De nuevo volvemos a ver el arroyo que baja rumoroso por el barranco. Poco después llegamos a la cascada y enseguida terminamos el recorrido entre los calderones y salimos a una pradera donde se divide el camino.

Descansamos un poco, reponemos fuerzas y seguimos caminando hasta que decidimos dar la vuelta. Las nubes tapan ya el cielo y podría empezar a llover. Álvaro localiza una culebra que resulta ser un lución o culebrilla de cristal. Un animal gracioso e inofensivo.

Mientras regresamos sobre las peñas del barranco seco empiezan a caer las primeras gotas que anuncian la lluvia. Procuramos no pararnos y llegar hasta el manadero donde encontraremos refugio. Llegamos al manadero y ha dejado de llover. Comemos con tranquilidad sobre una mesa de piedra. Acabados los postres se pone a llover. Esta vez en serio. Nos refugiamos entre las rocas a cubierto de la lluvia.

Al cabo de media hora para la lluvia. Reemprendemos la marcha y pronto llegamos a Piedrasecha sin más percances. Un cafetín o un helado para reponer fuerzas y a media tarde regresamos a León habiendo completado una estupenda excursión familiar con emoción y aventura.

Eso sí: si quieres emoción y aventura no te pierdas el vivac del próximo fin de semana.

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