El Correcillas pendiente

El pasado domingo, como estaba previsto, intentamos subir el Correcillas, pero hubo que dejarlo para otra ocasión. En contra de las previsiones amaneció un día despejado, así que decidimos intentarlo, a pesar de que sabíamos que había muchas posibilidades de acabar mojados. En Matallana recogimos a Rubén y seguimos hasta las proximidades de Felmín. Aparcamos la furgoneta al lado del calero de Felmín.



Antes de emprender la ascensión ya estaba el cielo totalmente cubierto, pero no llovía. La ascensión era dura, partíamos desde la altura de las Hoces de Vegacervera que sube con una pendiente muy fuerte hasta el Valle del Marqués. Después de una hora de ascensión, ya casi superado el primer collado, comenzó a llover. Decidimos refugiarnos bajo una pequeña roca y comer algo esperando que la lluvia dejara de caer.



Al cabo de diez minutos vimos que aquello no tenía buen aspecto y decidimos volver a la furgoneta y desistir por ese día. La bajada tenía su dificultad puesto que las rocas estaban mojadas y resbalaban. Llegados abajo nos fuimos hasta la casa de Rubén el Lugueros.

Allí comimos calentitos y secos, muy bien acogidos por sus padres. Una larga sobremesa y regresamos a León. Tenemos pendientes, por tanto, dos salidas importantes antes de fin de curso: una convivencia en Lugueros, aplazada por las obras en la casa; y la ascensión al Correcillas aplazada por las inclemencias del tiempo.