03 octubre, 2016

Jóvenes Montañeros en Horcadas

El pasado sábado, primer día de octubre, nos fuimos con los Jóvenes Montañeros hasta el pueblo de Horcadas, al lado del embalse de Riaño. Desde el pueblo tomamos un camino que lleva por la senda de pequeño recorrido PR-LE 25 hasta el puerto de Horcadas. El camino pasa bajo la carretera de Riaño y sigue por una senda forestal con una pendiente moderada hasta una zona que se estrecha entre rocas llamada la Hoz Oscura. Los excursionistas somos los tres hermanos Fanjul: Álvaro, Luis y Pelayo con Houston y Charly.

Pelayo, Álvaro y Luis iniciando la excursión.
El día es soleado con algunas nubes y tirando a fresco. Un arroyo nos acompaña durante el camino. En algunos tramos encontramos moras maduras. Pasada la Hoz Oscura, llegamos a un valle relativamente estrecho. Ante nosotros tenemos nuestro objetivo principal, el Pico Loto, de 1.805 metros de altura. Nuestro camino sigue hacia el oeste subiendo por una fuerte pendiente hasta un collado.

A mitad del valle encontramos una casa-refugio muy bien acondicionada. Paramos un rato para reponer fuerzas. Después seguimos hasta el collado, a casi 1.600 metros de altura. Aquí hay unas cuantas vacas. Houston intenta darlas de comer mientras los chicos las acarician.
Dando de comer a las vacas
Seguimos nuestro camino hacia la cumbre. En las proximidades del pico Hato, entre unas extrañas formaciones de rocas en forma de castillo, paramos a comer. Después continuamos nuestro camino por las laderas hacia la cumbre. El camino es estrecho, pero la senda clara.
Álvaro y Luis caminando por la senda hacia la cumbre.
 Por fin sobre las cuatro de la tarde llegamos al Pico Loto. Las vistas son estupendas: al norte el pantano, el pueblo de Riaño, al este el imponente Espigüete, al oeste Peñas Pintas. Cerca el Yordas, al sur vemos el Peñacorada. En lo alto del pico hay un buzón montañero muy original con una caseta y los puntos cardinales. Allí dejamos nuestra tarjeta de cumbres.
Luis, Pelayo y Álvaro en la cumbre de Pico Loto.
Desde arriba vemos un coche en el valle de al lado y en el cielo varios buitres volando. Les hacemos unas fotos. Tras descansar un rato y contemplar el paisaje, continuamos nuestro camino hacia el este hasta el collado de Tejerina. Este tramo tiene su dificultad, puesto que debemos seguir por la cresta de las rocas donde apenas hay camino. Nos lleva un buen rato caminando con cuidado.
Luis y Álvaro descendiendo del Pico Loto al fondo.
Una vez en el collado de Tejerina el camino desciende por el valle y es mucho más sencillo. Ahora bajamos con rapidez entre hierbas altas y matorrales. A mitad del descenso encontramos a un perro que recorre los montes solo. Al principio nos ignora, pero en cuanto le damos de comer, nos sigue contento. Decidimos llamare Jerónimo. Ya tenemos compañía hasta el pueblo. Jerónimo nos acompaña y nos divierte.
En la Hoz Oscura, a la vuelta, acompañados de Jerónimo.
Una vez llegados al coche, decidimos acercarnos hasta Riaño para poner gasolina y para localizar un tesoro de geocaching. Una vez repostado el coche, buscamos el tesoro al lado de la Ermita de Nuestra Señora. Los chicos aprovechan para mirar por un catalejo las montañas cercanas. Después de un buen rato de búsqueda aparece el pequeño tesoro. Es tan pequeño que no podemos intercambiar nada.
¡Hemos localizado el tesoro!
Ya es tarde y hay que regresar a casa. Ha sido una jornada intensa. Más fotos en flickr.

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