06 septiembre, 2016

De nuevo en Peña Galicia

El pasado domingo volvimos otra vez a Peña Galicia con los Jóvenes Montañeros de Anciles. Es una cumbre clásica para los leoneses y sencilla de alcanzar, así que decidimos volver. También resultó una excursión casi minoritaria. Estábamos Alejandro, Houston y Charly.

Houston y Alejandro al inicio de la ascensión.
Llegamos a Aviados y empezamos la ascensión. El día es realmente caluroso con una ligera bruma que tapa un poco el sol. Poco a poco vamos ascendiendo, primero por un camino ancho, después entramos en un bosque de robles y más tarde en un valle amplio. La ascensión es sencilla, pero el calor y la falta de viento la hacen un poco penosa. Finalmente llegamos al collado. Allí nos tomamos un breve descanso y finalmente atacamos la cumbre que está muy cerca.
En la cumbre de Peña Galicia. Al fondo el Correcillas.
Después de otro breve descanso descendemos hacia el sur de la cumbre, hasta la Collada de la Conoa. Un poco más allá tenemos una cresta rocosa desde la que hay una impresionante vista del valle del Curueño y todos los pueblos de alrededor. También aquí encontramos restos de trincheras y parapetos de la guerra civil.
Alejandro y Houston. Abajo podemos ver Aviados.
Seguimos nuestro camino por esta cresta hacia el este. Hace unos años habíamos recorrido esta zona sin problemas. Pero en esta ocasión la vegetación ha tapado los caminos. Se hace difícil el avance en algunos tramos. Con cierto trabajo llegamos a La Collada, un paso entre La Mata y Valdorria. Aquí paramos a comer a la sombra de las rocas. En esta zona también hay trincheras y parapetos de la guerra. Algunos muy bien conservados.
Un parapeto bien conservado.
Después de visitar estos lugares, descendemos por un camino estrecho hasta La Mata de la Bérbula. La bajada es fuerte y acabamos bastante cansados. En La Mata nos tomamos un refrigerio y seguimos hasta La Vecilla. Nuestra intención es tomar un tren de vía estrecha que nos lleve hasta Aviados, donde tenemos el coche. Pero el tren tardará más de una hora en llegar. Decidimos ir hasta el coche caminando por la carretera. De este modo llegamos en media hora. ¡Nos ahorramos otra media!

Una excursión breve y sencilla resultó algo más larga de lo previsto y cansada por su extensión y por el calor, pero hemos disfrutado de un buen día. Más fotos en flickr.

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