21 agosto, 2012

Vivac 2012

Ayer regresamos del vivac, una de las actividades más emocionantes del año. Un vivac consiste en pasar una noche durmiendo al raso, sin tienda de campaña. Hombre... al raso sin más, no. Llevamos sacos de dormir y hacemos una cabaña con palos en un bosque bien abrigado. Pero, en cualquier caso, se trata de dormir en el campo de la forma más natural posible.

Entrando en el bosque emocionados.
Salimos desde Anciles el sábado a mediodía. Finalmente partimos Jesús, Juan y Álvaro con Charly. Otro había prometido su presencia pero finalmente falló. Él se lo perdió. Nuestro primer destino en una calurosa mañana fueron las pozas de Los Caseríos. Nos dimos unos cuantos chapuzones y después nos fuimos a comer a la cascada de Redipuertas; un lugar casi mágico. Por la tarde estuvimos explorando una garganta preciosa que tiene el Curueño poco antes de Redipuertas. Otro lugar fantástico. No hay más que ver las fotos.

Un chapuzón en las pozas.
A media tarde, antes de internarnos en el bosque volvimos a darnos unos chapuzones en las pozas de Los Caseríos. A eso de las seis, preparamos todo lo necesario e iniciamos el recorrido hacia el "bosque de los Elfos", que así lo llamamos en Anciles desde hace muchos años. El recorrido hasta nuestra meta nos lleva casi una hora. Primero un camino ligeramente cuesta arriba al lado de un arroyo y después una fuerte pendiente ya en pleno bosque.

Una vez repuestos del esfuerzo, ya en lo alto del bosque, localizamos la cabaña del vivac del año pasado. Estaba casi entera. Una de las paredes estaba parcialmente caída, pero todo reconstruible con un poco de esfuerzo. En poco más de media hora de trabajo ya teníamos nuestra cabaña lista.

Inspeccionamos el bosque. La ladera norte está poblada por hayas frondosas y antiguas con un suelo de hojas secas. La ladera sur está formada por robles con algo de hierba en el suelo. También se encuentran otros árboles como tejos, acebos o servales.

Cuando el sol se puso y antes de que anocheciera cenamos. Ya por la noche estuvimos viendo las estrellas, reconociendo la osa mayor, la estrella polar, Casiopea, la Vía Láctea. Vimos muchos aviones y alguna estrella fugaz. Antes de irnos a dormir rezamos el rosario y después contamos algunas historias... Ahora llega lo más emocionante: dormir en la cabaña del bosque. Tardó bastante en llegar el sueño, pero finalmente todos conseguimos dormir... Más o menos, porque nos despertamos muchas veces a lo largo de la noche. Los ruidos nocturnos siempre son emocionantes: el búho, los grillos, los saltos y los "ladridos" de los corzos... ¡Jesús afirma que al amanecer vio un jabalí!

Nos levantamos cuando ya el sol nos daba en la cara. Desayunamos y emprendimos el regreso por lo alto del bosque. Por el camino revisamos un geocaching que habíamos dejado allí hace tres años. El descenso final se hizo un poco largo: una cuesta muy empinada entre hayas. Nada más llegar al coche nos fuimos derechos a las pozas. Necesitábamos un chapuzón.

Ya un poco aseados y refrescados nos fuimos hasta Lugueros para asistir a la Misa del domingo. Allí encontramos a Michel y Toñina, dos personajes importantes en el Campamento de Valdelugueros. Comimos en Arintero a las sombra de unos cerezos. Después localizamos un tesoro de geocaching en medio de las hoces de Valdeteja. A continuación llegamos a Valdorria para visitar este hermoso pueblo y localizar, de nuevo, otro geocaching al lado de la Ermita de San Froilán.

Antes de regresar volvimos a las pozas de Los Caseríos donde estuvimos bañándonos y saltando hasta que todos quedamos agotados.

Las mejores fotos:

No hay comentarios:

Publicar un comentario