20 marzo, 2007

Convivencia de estudio

El pasado fin de semana estuvimos en Salamanca en una convivencia de estudio. Anciles es, ante todo, un lugar de formación y por eso nos preocupamos mucho porque los chicos estudien mucho y bien. Así que decidimos hacer una convivencia de estudio puesto que se acerca la segunda evaluación.


El sábado por la mañana partimos en un coche con tres chicos dispuestos a estudiar seis horas y pasarlo muy bien: Víctor, Gonzalo y Marcos. Llegamos a Salamanca a eso de las 13:00. Allí nos esperaba Luis que nos condujo a su finca de verano en una urbanización cercana a la capital charra. El sitio es precioso y la casa es la propia de una familia numerosa que pasa allí todos los veranos. Descargamos los bultos, vemos la casa y primera hora de estudio.

Como el día estaba soleado decidimos comer fuera. Un rato jugando, rezamos el rosario y estudio hasta las 6:00, otra hora. Habíamos quedado con los chicos de Arapiles para jugar un partido de fútbol. Llegaron poco después y el partido resultó de lo mejor de la convivencia según algunos. Después del partido otra hora más de estudio. Así completamos las tres horas previstas para el sábado.

Por la noche decidimos ir a visitar Salamanca y cenar en un burguer. Empezamos visitando la Plaza Mayor. Ya era de noche y con la iluminación estaba preciosa. Pero el hambre apretaba y nos fuimos a cenar. Algunos se pusieron las botas.


Después, guiados por Luis, recorrimos algunos los lugares más pintorescos de la ciudad: la catedral con su astronauta, la fachada de la universidad con su rana, la casa de las conchas, etc.

A una hora prudente volvimos a nuestra casa y antes de dormir jugamos una breve partida al "escatergoris" en la que Marcos arrasó. Nos acostamos pronto, hay que estar descansados para estudiar al día siguiente.

El domingo nos levantamos a las 9:00. Para algunos eso es madrugar mucho. Desayuno y dos horas de estudio con un breve descanso en medio. Pero es domingo y hay que ir a Misa. Así que a eso de las doce salimos hacia Salamanca. Asistimos a Misa de 12:30 y damos un paseo por la ciudad. Los chicos están empeñados en encontrar un bazar chino abierto, pero no lo conseguimos, así que nos volvemos a casa para comer.

De nuevo comemos fuera de la casa con tranquilidad y relajo. Después unos tiros con una escopeta de perdigones, unos intentos de tiro con arco (no había flechas) y entretenimientos varios. A las cuatro de la tarde comienza la última hora de estudio. A las cinco comenzamos a recoger, de tal forma que a eso de las 5:30 regresamos a León todos contentos y felices con ganas de repetir. ¡Es increible la cantidad de cosas que se pueden hacer en tan poco tiempo!

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