Jóvenes Montañeros en el Gilbo

El sábado pasado los Jóvenes Montañeros de Anciles estuvimos de excursión en el Pico Gilbo. Partimos desde el lado sur del viaducto de Riaño por un camino de tierra que rodea el embalse. En la excursión participamos Daniel, Samuel, Pablo y Charly. Después de caminar unos dos kilómetros para ir calentando, el camino se adentra en un bosque. El bosque es muy bonito y muy espeso, con varios tipos de árboles: hayas, robles, fresnos... incluso encontramos lirios. Pero llega un momento en que el camino se pierde en la maleza.

Samu, Dani y Pablo en la ascensión, después de pasar el bosque que vemos debajo.

A partir de aquí hubo que usar el GPS y la perspicacia del guía para orientarse y encontrar la salida del bosque hacia a la cumbre. Encontrar el camino que lleva hasta la Collada Bachede, paso necesario para llegar al Gilbo desde Riaño, resultó bastante dificultoso. Pero después de muchos esfuerzos, dudas y desánimos llegamos al collado poco antes de las tres de la tarde.

A esas horas se imponía comer antes de seguir el camino. Después de la comida y viendo la cumbre a nuestro alcance, todos cobramos ánimo y seguimos la ascensión. Desde el collado resultó fácil encontrar el camino. Desde abajo parece un pico imposible, por lo pronunciado de la pendiente. De hecho este pico es conocido como el Cervino de Riaño, por su parecido a la mítica cumbre alpina. Pero, una vez encontrado el camino, el único camino, la subida no presenta ninguna dificultad y es una cumbre relativamente baja: 1.677 metros.

En menos de una hora hicimos cumbre. Las vistas son preciosas, con el embalse de Riaño a nuestro pies, los Picos de Europa en el horizonte y el antiguo valle de Anciles a nuestro lado. Descansamos un rato en la dima y emprendimos el regreso.

El retorno resultó mucho más sencillo. Ya conocíamos el camino y el GPS nos indicaba por donde habíamos pasado. Incluso en el bosque Samuel fue capaz de orientarse mejor que el guía. Esta vez el bosque no nos impidió encontrar rápidamente la senda que nos lleva hasta la orilla del pantano y llegar pronto al coche. La pena fue que no nos quedó tiempo para un baño en el pantano porque nos habíamos retrasado mucho en la ascensión. Nos hemos emplazado a volver durante el verano para bañarnos.

Las mejores fotos de la excursión: