De convivencia en Madrid

Ayer mismo llegamos de la convivencia que tuvo lugar esta Semana Santa en Parquelagos, a la entrada de Madrid. Habíamos salido el miércoles desde León. Pasamos por Benavente a recoger a tres chicos más y, ya en Parquelagos, nos unimos a los del Club Niara de Valladolid.

La mañana del jueves la dedicamos al deporte, principalmente fútbol-sala. Después del almuerzo jugamos a "un limón, medio limón" y "la abuela". El nivel demostrado por todos los participantes, incluidos los más pequeños, admiró a los mayores. Por la tarde fuimos a la pista de hielo de Majadahonda después de los oficios del Jueves Santo. Pudimos comprobar la maestría de varios patinadores. Otros, menos diestros, mejoraron mucho su estilo en las dos horas que estuvimos sobre la pista. ¡Hasta D. Carlos se animó a ponerse los patines por primera vez en su vida! Por la noche jugamos tres partidas de Rommel y Monty. Algunos jugaban por primera vez y lo pasaron muy bien. Como es lógico, las decisiones de la "ONU" fueron controvertidas.

La mañana del viernes la dedicamos a visitar el estadio Santiago Bernabéu. Para los forofos fue, con diferencia, lo más interesante de la convivencia. Otros, forofos de otros equipos, tuvieron que sufrir un poco. Eso sí, siempre con deportividad. Después de comer jugamos unas partidas de "el lobo". Juilán se picó con su primo Urbano porque le tocó ser lobo y le mató. Por la tarde asistimos a los oficios en la Parroquia de la Virgen del Camino en Collado Villalba. Ya por la noche vimos una película de mucha acción. A pesar de todo, algunos se durmieron. ¡Hubo quién despertó al terminar la película porque se apagó la música!

El sábado lo pasamos entero en Faunia. Nos gustó especialmente "La jungla" con sus pájaros exóticos, sus monos traviesos y sus pirañas y peces enormes. La actuación de los mamíferos marinos resultó muy divertida. Y la demostración de vuelo de aves rapaces sinceramente espectacular. Para los que no son madrilistas esta resultó la visita más interesante. Por la noche Alberto, el mago, nos deleitó con sus juegos de cartas. Todo un maestro que sorprendió a todos. Acabamos la noche cantando canciones y jugando a "bomba". A propósito: en la furgoneta de Anciles la guitarra de "Houston" no dejaba de sonar acompañada por casi todos los pasajeros. Una de las canciones de más éxito en la convivencia fue la vieja "aquí no hay playa" de The Refescos, del año 1989. ¡Casi ná!:


El domingo por la mañana, después de un estupendo desayuno para celebrar la fiesta de la Resurrección, lo dedicamos al deporte, a preparar las maletas y a despedirnos. A primera hora de la tarde emprendimos el regreso a León, pasando por Benavente. Traemos muy buenos recuerdos que esperamos volver a compartir entre todos en el campamento y actividades de verano de Anciles.

Como siempre, las mejores fotos las tienes en flickr.