José María, Álvaro, Marcelo y Luis. Al fondo el Pantano de Luna |
Para llegar hasta la cueva hubo que caminar sobre la nieve, buscando el camino durante un cuarto de hora. La cueva es muy grande y muy sencilla de recorrer. Estuvimos dentro más de una hora. Cruzamos microlagos, vimos algunos murciélagos y abundante guano de murciélago. Los chicos disfrutaron mucho.
A la salida de la cueva, como seguía a ratos la lluvia, decidimos quedarnos para comer bajo techo. Compartimos empanada, patatas, cacahuetes y chuches varias. Después de comer regresamos hasta los coches. Álvaro lo pasó un poco mal, se había mojado mucho con la nieve y estaba helado. Menos mal que todo estaba previsto. En el coche los peques se cambiaron de ropa y regresaron a casa muy contentos. Lo dicho, un Trekking Familiar sólo para gente escogida y valiente.
Para la próxima esperemos que el tiempo acompañe mejor. Mientras podéis disfrutar de las mejores fotos:
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