
Al fin llegamos a la cumbre. El tesoro tenía que estar por allí. Nos llevó un par de minutos localizarlo. Pero por fin lo teníamos en nuestra mano. Había merecido la pena el esfuerzo. La Sierra Vedenosa era nuestra. Cogimos algún regalo del tesoro, dejamos otros y una libreta para que se apunten los que lo encuentren. Pronto emprendimos el descenso. Con todo se nos había hecho tarde. Llegamos al coche a las 5:30 de la tarde. No nos daría tiempo a buscar más tesoros ya que habíamos quedado en Benavente a las seis. Por aquella zona nos quedan pendientes dos tesoros más para las siguientes excursiones.
Pero el próximo fin de semana nos iremos a Asturias de convivencia. Aprovechando la fiesta del lunes estaremos el sábado y el domingo por las cercanías de Gijón. Allí también habrá tesoros que buscar, pero, sobre todo, tendremos deportes playeros. ¡No faltes!
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