Jesús, Marcelo, Pablo y Eduardo ante el puerto de Gijón |
A la salida nos dirigimos hacia la parte alta y antigua de la ciudad: Cimadevilla. Nuestra idea era comer al lado del famoso Elogio del Horizonte de Chillida. Por el camino estuvimos jugando en el skatepark con unas pelotas de tenis. Ya situados en lo más alto y con los bocadillos en la mano, se puso a llover. A la carrera buscamos un refugio cercano bajo una carpa.
Como la lluvia no paraba, estuvimos un rato en un bar, para calentarnos un poco y jugamos a los chinos. Puesto que la lluvia no cesaba y se nos estropearon los planes de jugar a fútbol en la playa, decidimos cambiar de objetivo: buscaremos tesoros de geocaching. Hasta la hora de marchar localizamos cuatro tesoros. En un acantilado, en la muralla antigua, en el puerto deportivo y en las proximidades del acuario. Todos los tesoros estaban en cajas muy pequeñas, formato nanocaché, de forma que no había posibilidad de tomar o dejar nada. El caso es que lo pasamos muy bien.
Las mejores fotos: