Poco después de iniciar la marcha encontramos nieve. |
Llegamos a un punto en que el camino está totalmente invadido por el río, que trae más agua de la habitual por las abundantes lluvias de las últimas semanas y el deshielo. Tenemos que cruzar entre grandes piedras. La mayoría consigue pasar sin mojarse, pero algunos se calan totalmente los pies. ¡Menos mal que hay gente previsora que lleva calcetines de repuesto!
Los chicos mientras tanto disfrutando de las circunstancias. Marcelo apalea todos los charcos que encuentra por el camino. En un rato de espera construyen un pequeño muñeco de nieve. También hay bolas de nieve que vuelan y trozos de hielo que se rompen.
El camino sigue, pero dada la climatología poco amigable, decidimos dar la vuelta y comer en un refugio de montaña, pequeño, pero bien equipado que habíamos visto a un lado del camino. Hay ¡hasta una chimenea! Recogemos un poco de leña y prendemos un fuego reconfortante. Algunos ponen botas y calcetines a secar. Al abrigo del refugio comemos. Unos dentro y otros fuera. Hace ya un rato que se ha puesto a nevar, no mucho, pero lo suficiente como para animarnos a una retirada.
Sobre las cuatro de la tarde llegamos a los coches. No ha dado mucho de sí la excursión, pero hemos disfrutado un rato del campo, del monte y de buena compañía. Esperemos que mayo nos traiga mejor tiempo.
Las mejores fotos: